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Información
General de la Médula Espinal y la Columna Vertebral
La columna vertebral, comúnmente
llamada la columna o espinazo, esta formada principalmente de vértebras,
discos y la médula espinal. Actúa como canal de comunicación
para el cerebro; los mensajes nerviosos son transmitidos y recibidos a
través de la médula espinal.
Cuando ocurre una lesión en la médula espinal el flujo de
información desde ese punto hacia abajo se interrumpe. Esto obstaculiza
las instrucciones de mando que viajan hacia los brazos, piernas y otras
partes del cuerpo impidiendo al individuo moverse, a veces dificulta la
respiración y obstruye o detiene cualquier sensación o tacto.
VISIÓN GENERAL
La columna vertebral está dividida en 5 áreas funcionales
específicas:
Cervical: C1-8
Toráxica: T1 - 12
Lumbar: L1 - 5
Sacro: S1 - 5
Cocix
La médula espinal
es un amasijo de células nerviosas y fibras que se extienden agrupadas
desde la base del cerebro hasta la parte baja de la espalda. La médula
es protegida por un tipo de túnel de hueso, compuesto por vértebras
que están separadas por membranas llamadas discos. El cerebro envía
señales eléctricas a través de la médula espinal,
dando instrucciones a las piernas, brazos y otras áreas del cuerpo.
Vértebras
Hay 33 vértebras constituyendo la estructura de huesos de la espina
dorsal, con las últimas cuatro fundidas, formando su extremo final.

Discos
Cada vértebra está separada por una substancia suave del
hueso, llamada disco, que actúa a la vez como cojín y como
sello.
Sección Medular Completa e Incompleta
Un lesionado medular (LM) se clasifica como de sección "completa"
o "incompleta". Un LM de sección "completa"
significa una pérdida total de funciones y sensaciones por debajo
de la vértebra afectada, y un LM de sección "incompleta"
significa sólo pérdida parcial de funciones o sensaciones.
ANATOMÍA ÓSEA
La Columna Cervical
Existen siete huesos cervicales o vértebras. Los huesos cervicales
están diseñados para permitir la flexión, extensión,
torcimiento y giro de la cabeza. Son más pequeños que otras
vértebras que permiten una mayor libertad de movimiento.
Cada vértebra cervical está compuesta por dos partes, un
cuerpo y un arco de protección para la médula espinal llamada
arco neural. Fracturas o lesiones pueden afectar a cualquier parte de
la vértebra ya sea al cuerpo o los pedículos. Cada vértebra
articula con la que se encuentra sobre ella y con la de abajo.
La Columna Toráxica
En la región del pecho
la columna toráxica está unida a las costillas. Hay 12 vértebras
en la región del tórax. El canal espinal en esta región
es relativamente más pequeño que en las áreas cervicales
o lumbares. Esto hace que la médula espinal en el tórax
corra un riesgo mayor si se produce una fractura.
El movimiento que realiza la columna en la región del tórax
es principalmente la rotación. Las costillas impiden el torcimiento
hacia los lados. Una cantidad pequeña de movimiento es posible
para doblarse hacia delante y hacia atrás.
La Columna Lumbosacra
Las vértebras lumbares
son grandes, anchas y gruesas. Hay cinco vértebras en la columna
lumbar. La vértebra lumbar más baja, L5, articula con el
sacrum. El sacrum se une a la pelvis.
Los movimientos principales en el área lumbar están dados
por flexiones hacia delante y extensiones hacia atrás. También
ocurren doblamientos hacia los lados.
NEUROANATOMÍA
De la misma manera como la
espina dorsal está dividida en regiones cervical, toráxica
y lumbar, también lo está la médula espinal. Cada
porción de la médula espinal está dividida en segmentos
neurológicos específicos.
La médula espinal cervical está dividida en ocho niveles.
Cada nivel contribuye a diferentes funciones en el cuello y los brazos.
Las sensaciones del cuerpo son transportadas similarmente desde la piel
y otras partes del cuerpo del cuello, hombros y brazos hacia el cerebro.
En la región toráxica los nervios de la médula espinal
controlan los músculos del pecho que ayudan a la respirando y a
toser. Esta región también contiene los nervios del sistema
nervioso simpático. La médula espinal lumbosacra inerva
las piernas, la pelvis, intestinos y la vejiga. Las sensaciones provenientes
de los pies, piernas, pelvis y la parte baja del abdomen se transmiten
a través de los nervios lumbosacros y la médula espinal
hacia los segmentos más altos y finalmente hasta el cerebro.
Las Sendas Nerviosas
Hay muchas sendas nerviosas
que transmiten las señales de arriba abajo en la médula
espinal. Algunas conducen sensaciones de la piel y las porciones exteriores
del cuerpo. Otras conducen las sensaciones de las estructuras más
profundas del cuerpo, como los órganos en la barriga, la pelvis
u otras áreas. Otros nervios transmiten las señales del
cerebro al cuerpo. Además otros trabajan al nivel de la médula
espinal y actúan como "mediadores" en el proceso de transmisión
de señales.
Las Sendas Sensoriales
Las señales nerviosas
provenientes del cuerpo como son las sensaciones de caliente, frío,
el dolor y el tacto, son transmitidas desde la piel y otras partes del
cuerpo hacia el cerebro donde estas sensaciones son interpretadas como
tales. Estas sendas son llamadas sendas sensoriales.
Una vez que las señales entran en la médula espinal, son
enviadas al cerebro. Diferentes tipos de sensaciones son enviadas por
sendas diferentes. Los caminos que conducen las sensaciones de dolor y
temperatura al cerebro están en el centro de la médula espinal.
Estos caminos son llamados "espinotalámico". Estos impulsos
nerviosos son conducidos a lo largo de la parte posterior de la médula
espinal en lo que se llama "columna dorsal" de la médula
espinal.
Las Sendas Nerviosas del Sistema Autónomo
Otro tipo de nervios especiales
son los nervios del sistema autónomo. En las lesiones de la médula
espinal, ellos son muy importantes. Los nervios del sistema autónomo
son divididos en dos tipos: el sistema simpático y el sistema parasimpático.
El sistema nervioso autónomo influye en las actividades de los
músculos involuntarios (también conocidos como músculos
lisos), por ejemplo: el músculo del corazón y las glándulas
que producen ciertas hormonas. El sistema autónomo controla los
sistemas cardiovasculares, digestivos y respiratorios. Estos sistemas
trabajan generalmente en el modo "involuntario". El papel primario
del sistema nervioso autónomo es mantener un ambiente interior
estable dentro del cuerpo. El corazón y los vasos sanguíneos
son controlados por este sistema, así como también regula
el ritmo cardiaco. Los nervios simpáticos ayudan a controlar la
presión sanguínea basados en las demandas físicas
impuestas al cuerpo. Cuando los nervios simpáticos son estimulados,
esto provoca que los latidos del corazón sean acelerados.
Los Nervios Simpáticos
Los nervios simpáticos también controlan la constricción
de los vasos sanguíneos a lo largo del cuerpo. Cuando esto ocurre,
la cantidad de sangre que regresa al corazón aumenta. Esto causará
un incremento de la presión de la sangre. Otros efectos incluyen,
aumento de la sudoración y de la irritabilidad o una sensación
de ansiedad.
Cuando la lesión medular está sobre el nivel T6, los nervios
simpáticos por debajo de la lesión se desconectan de los
nervios superiores. Ellos continúan funcionando automáticamente
después que el periodo de "shock" espinal termina. Cualquier
cosa que estimule los nervios simpáticos puede causar que se vuelvan
hiperactivos. Esta hiperactividad de los nervios simpáticos es
lo que se llama disreflexia autonómica.
Los Nervios Parasimpáticos
Los nervios parasimpáticos trabajan de manera opuesta a los nervios
simpáticos. Estos nervios tienden a dilatar los vasos sanguíneos
y disminuyen el ritmo cardiaco. El nervio más importante que contiene
las fibras parasimpáticas es el nervio vago. Este nervio conduce
las señales del sistema parasimpático al corazón,
para disminuir los latidos del mismo. Otros nervios inervan los vasos
sanguíneos de los órganos del abdomen y la piel.
Los nervios parasimpáticos surgen de dos áreas. Las fibras
que inervan los órganos del abdomen, corazón, pulmones y
piel sobre la cintura empiezan al nivel del cerebro y en la parte superior
de la médula espinal. Los nervios que inervan a los órganos
reproductores, pelvis y piernas empiezan en el nivel sacro o la parte
más baja de la médula espinal. Después de una lesión
en la médula espinal, los nervios parasimpáticos que empiezan
en el cerebro continúan trabajando, incluso durante la fase de
"shock" espinal. Cuando la disreflexia ocurre, los nervios del
sistema parasimpático intentan controlar rápidamente la
creciente presión sanguínea reduciendo la velocidad de los
latidos del corazón.
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